lunes, 28 de febrero de 2011

Estrellas y estrellados

Colin Firth, ganador de un 'Oscar' por su
interpretación en El discurso del rey

Hoy las páginas de los diarios, informativos de televisión, radio, y páginas web, abren su sección de cultura con la gala de los 'Oscar'. Los titulares hoy hacen juegos de palabras con la estrella de los galardonados, El discurso del rey, que recibió las estatuillas a mejor película, dirección, actor y guión original, mientras que las palabras de éxito rodean a Natalie Portman que ganó el 'Oscar' a mejor actriz por su papel en Cisne negro. 


Sin embargo, algo que se repite en cada edición es la importancia que adquieren las estrellas en la alfombra roja. La fotogalería de los 'Oscars' se centra en la alfombra roja, y quienes la pisan son criticados hasta el más mínimo detalle, hasta tal punto de que un personaje puede convertirse en titular del día sin haber recibido un premio en la gala. Si no les gusta a los señores periodistas el modelito, el look, o el peinado que lleva alguno de los protagonistas, ¡zas! Crítica al canto.



¿Qué pasa con los no galardonados a los 'Oscars' 2011? No caen en el olvido, no. Candidatos a los conocidos como los 'Razzie' o los Anti-'Oscar', las películas y los protagonistas de Hollywood pueden ganar una estatuilla de plástico, en forma de mora, que representa los títulos de peor película del año, peor actor y actriz, y demás menciones.

Las chicas de Sexo en Nueva York, considerada peor film del 2011

Los premios Golden Raspebrry fueron creados por el crítico y escritor de cine John Wilson en 1980, como crítica cómica a los premios de la Academia americana. Pues bien, este año les ha tocado a las chicas de Sexo en Nueva York, y a ésta misma película, proclamada como peor largometraje. Un título inmerecido ya que tanto la audiencia como la recaudación (cerca de los 320 millones de dólares en taquilla) demuestra que al público sí le ha gustado.

lunes, 21 de febrero de 2011

¡Quieto todo el mundo!

Se cumplen 30 años desde que el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero protagonizara el fallido golpe de Estado en el Congreso de los Diputados en plena transición democrática. Ante la inestabilidad territorial, la crisis económica, los  atentados de la banda terrorista ETA y la resistencia de algunos a un sistema de gobierno democrático, Adolfo Suárez dimitía como presidente del Gobierno. El 23 de febrero de 1981, en el hemiciclo, se celebraba el acto de investidura del nuevo candidato al mando español y compañero de partido de Suárez, (UCD), Leopoldo Calvo Sotelo, cuando un grupo de guardias civiles irrumpía armado dando órdenes de silencio y quietud para los presentes.

Los testimonios de los que vivieron este hecho así como el archivo documental que se conserva -media hora de la toma del Parlamento que grabó un operador de Televisión Española- han permitido recrearlo de forma que hoy en día todos nos hacemos una idea de cómo se vivió el momento. Y ya estaba haciéndose larga la espera: 23-F: la película. Este miércoles 23 de febrero se estrena en nuestros cines el film dirigido por Chema de la Peña y que cuenta con dos de los mejores actores españoles, Juan Diego y Paco Tous.

Es evidente que este tipo de películas que recrean la historia de España incorporar una dosis de dramatismo para lograr al fin y al cabo el objetivo de toda producción cinematográfica, que el espectador vea la película. A pesar de ello, este es el primer largometraje sobre el asalto de Tejero, por lo que ya es un plus que garantiza su éxito. Y si no es suficiente, viendo este trailer ya empieza la boca a salivar.






martes, 15 de febrero de 2011

Efecto pos Goya

Es evidente que esta semana prevalece el efecto pos Goya a la hora de elegir una película para disfrutar. La gala celebrada el pasado domingo despierta la curiosidad por saborear Pa negre, emocionarse con Biutiful o a aceptar el reto claustrofóbico de Buried. La gran apuesta del año pasado por que Andreu Buenafuente presentara la Gala de los Goya ha sido igualmente todo un acierto, tanto para la audiencia como para los asistentes al acto, cuyas risas y demás emociones se transmitían a través de la gran pantalla.

El cine español o, mejor dicho, la cultura cinematográfica española, atraviesa un momento dulce. Así lo demuestran las audiencias de este domingo, que señalan que más de 4,3 millones de personas (25,4%) siguieron la entrega de los Premios Goya 2011 (fuente: formulatv.com).

Mucho se especulaba acerca de la manifestación contra la Ley Sinde que planeaba el colectivo Anonymous, una de las comunidades más grandes de reivindicación por la libertad en la red, y que logró reunir a más de 200 personas que abucheaban frases como "la censura no es cultura" en la entrada del Teatro Real de Madrid.

 Buenafuente también se encargó de aludir el tema de las descargas en Internet en forma de bromas introducidas  en sus monólogos. Siempre con respeto y simpatía. Ésa fue la clave, espectáculo, risas, actuaciones de los invitados y grandes momentos como el que protagonizó Pasqual Maragall, y su mujer Diana Garrigosa, galardonados por el corto Bicicleta, cuchara, manzana, un reflejo de la lucha del ex presidente de la Generalitat de Cataluña contra el alzhéimer. También dejó buen sabor de boca la inocencia de los niños de Pa negre, Francesc Colomer y Marina Comas, que recibieron los Goya a mejor actor y actriz revelación. Los jóvenes prodigios, sentían, a la par que alegría, una sensación de empatía e injusticia por sus compañeros nominados, profesionales de la pantalla que estudiaron por ser grandes actores y actrices y que, según estos chavales, merecían el premio tanto como ellos. Pa negre, producción catalana, recibió un total de nueve galardones, lo que supone una motivación para la producción cinematográfica propia.

Por alto cabe pasar la actuación del personaje Jimmy Jump, que no falló en protagonizar unos segundos antes de la entrega del premio a mejor actor, y que recibió Javier Bardem.

Si te perdiste la gala, en http://www.rtve.es/alacarta/ puedes disfrutar de la agradable relación de nuestros actores y actrices españoles, que merecen un reconocimiento por el esfuerzo y trabajo duro que a diario no graban las cámaras.